Cuando personas me preguntan sobre mi práctica de Coaching, generalmente les digo que se basa en conversaciones o diálogos que les sirven a las personas para encontrar dirección. Entonces viene algo que normalmente crea confusión. Mencionan que requieren de alguien que les comparta su experiencia y les muestre el camino. Eso no es Coaching. Al ocurrir esto, siempre me lleva a pensar que hay muchos tipos de conversaciones que, en su resultado, la idea es que todas tengan un efecto positivo en sus participantes. ¿No es ese el sentido de los diálogos que quisiéramos tener? En esta ocasión pareciera oportuno resaltar las bondades y diferencias de dos tipos diferentes de diálogos que se podrían considerar “conversaciones poderosas”.
Coaching y Mentoring.
Ambas son conversaciones poderosas, ya que logran que sus participantes, en especial quien recibe el Coaching y el Mentoring, logren sus objetivos de mejoramiento y realización. Pero ahondemos un poco más en las diferencias entre ambas para tener un mejor entendimiento de cuando es pertinente usar cada una.
¿Qué es Coaching?
Es una metodología que implica una relación potencialmente poderosa que busca mayor conciencia y por medio de ella, lograr identificar los objetivos y por ende la realización de quien lo recibe.
Quien lo hace: El Coach no requiere necesariamente que sea una persona que tenga experiencia o conocimiento en las necesidades de su cliente, sino que una capacidad de escucharle y de apoyarle en tener mayor conciencia de sí mismo y de lo que busca.
Estructura: generalmente tiene una naturaleza más estructurada y sus sesiones están agendadas de forma más regular.
Plazo y Alcance: tiene una duración más corta, normalmente definida desde un inicio, enfocándose en temas o áreas más específicas.
¿Qué es Mentoring?
Es una metodología que crea una relación de confianza que permite formar los valores y creencias de personas en una forma positiva, por parte de alguien que tiene experiencia y desea compartirla.
Quien lo hace: El Mentor es comúnmente más experimentado que el Mentee, que comparte experiencias y conocimiento que permite un desarrollo más acelerado y aprendizaje aplicable a menor plazo.
Estructura: es naturalmente menos estructurado, puede ser más informal y las reuniones pueden hacerse cuando el Mentee requiere o solicite consejo, guía o apoyo.
Plazo y Alcance: es una relación continua que puede extenderse por un largo periodo de tiempo, con una visión más amplia de temas.
Es común encontrar en foros especializados en ambas disciplinas que se utilice una frase bastante descriptiva de lo que hace un Coach respecto a lo que hace un Mentor, que aclara mejor ambos conceptos; “un coach tiene grandes preguntas para tus respuestas; un mentor tiene grandes respuestas para tus preguntas”.
Estos son dos tipos de conversaciones que logran agregar valor a las personas. Diálogos como estos facilitan el desarrollo y el alcance de los objetivos de las personas. Logran, con un abordaje diferente, aumentar la capacidad de las personas de empoderarse. Con un mayor contexto del poder de cada tipo de conversación, las podemos buscar y sacarles el mayor provecho. Así que la invitación queda a propiciar esas conversaciones poderosas.