Cuando cambié de rumbo

Hace varios años decidí cambiar el rumbo de mi vida, en aquel momento seguí mi instinto, sin pensar bien las consecuencias simplemente seguí mi corazón. Algunos pensaron que estaba loca, otros me dieron su consejo y otros apoyaron a su manera mi decisión.

El que cambia de rumbo se da la oportunidad de saltar al vacío, de cruzar al otro lado de la calle y retomar un nuevo camino. Las consecuencias llegan poco a poco: grandes aprendizajes, momentos incómodos, nuevos amigos, increíbles viajes, pero sobretodo, la sensación de haber tomado una decisión y avanzar.

Hoy sigo cambiando de rumbo en algunas decisiones, hoy veo muchas rutas a mi alrededor y descubro un mundo en el que el cambio y la transformación es casi una obligación.  Sin embargo, hoy tengo la ayudada de herramientas muy interesantes que he conocido y he puesto a prueba. Este mismo mundo que nos pide cambios nos está dando la oportunidad de hacerlos de manera más consciente y oportuna.

Este blog es también una invitación a atreverse y es también una invitación a acompañarnos en un taller para iniciar ese viaje. Es un día completo para usted, para reconocerse en el camino y abrirse a oportunidades nuevas. Puede ser un cambio radical o puede ser un cambio pequeño, todo vale!

Le dejo estas preguntas para motivarle a dar el primer paso: ¿Hace cuánto quiere hacer este cambio? ¿Cuánto tiempo más va a esperar?

Atrévase a reinventarse y trace el rumbo hacia la siguiente etapa de su vida.

 

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