El espejo y mis preguntas cuando me veo. ¿Les ha pasado durar más tiempo de lo planeado en su propio reflejo? ¿Qué le preguntas al espejo o qué clase de conversación tienen? Usemos el coaching para sacarle provecho a esa charla.
Una vez escuché una charla Tedex donde una profesional experta en temas de ventas habló de un ejercicio que llamó mi atención. Ella nos instó a preguntarnos todos los días antes de salir y frente a un espejo ¿Qué voy a vender hoy y si me compraría el producto?
Ese ejemplo lo imagino como un disparador de emociones cuándo antes de salir de casa me detengo a pensar si soy y me veo como la persona que quiero ser, llámese como se llame: abogada, secretario, ingeniera, coach, chef… ¿me puedo ver y reflejar todo mi potencial?
El espejo es una herramienta poderosa que muchas veces es mal usada para la auto crítica o como puñal de nuestra autoestima, pero que bien usada puede respondernos preguntas que nadie puede, puede llegar a lo profundo e íntimo, porque frente al espejo solo estamos yo y yo.
Tomando conciencia de esto, los invito a llevar su conversación a otro nivel, pregúntese por sus sueños, metas y obstáculos ¿qué quiere hacer con ellos? Hable claro y si puede, tome nota de sus respuestas y pasos a seguir. Si esto es complicado para usted, inicie con preguntas fáciles y cosas de a diario, por ejemplo: ¿Qué va a ser lo mejor de este día? ¿Cómo voy a solucionar tal cosa? Marque un objetivo a conseguir ese día y atrévase a llevar su conversación a niveles más profundos cada vez.
Estar frente al espejo, detenerse, respirar profundo, ver cada detalle, ser consiente de mi hoy y mi ahora: ¿Qué vez? ¿Quién sos? ¿Qué querés hacer?